
Una ciclovía bien estructurada brinda varios beneficios; entre ellos: El confort para trasladarse de un punto a otro, también está la seguridad vial, al no transitar junto a vehículos de mayores dimensiones, beneficios a la salud individual y colectiva, y beneficios brindados al medio ambiente, tanto en la disminución de contaminación acústica y del aire.
¿Qué tipo de ciclovías existen?
Vías reservadas:
Son aquellas vías ciclistas que no están segregadas del tráfico, sino que ofrecen una interacción con el resto de vehículos según la lógica del tráfico, es decir, que se comporta como otro carril más de tráfico (de la misma anchura y de uso compartido varios metros antes de cada cruce) o como una calle o carretera independiente que se cruza con otra. Normalmente, debido a las características propias de la trama urbana, son de trayectoria independiente al itinerario del resto del tráfico. Por ello, las vías ciclistas reservadas se suelen encontrar en las zonas interurbanas o en grandes parques urbanos. Ejemplos de vías reservadas en zona interurbana son las vías verdes (en los que se permite, además del tránsito de peatonal, la circulación de bicicletas, pero no la de automóviles, ni en ocasiones, otros vehículos de motor) y, en las zonas urbanas, las vías ciclistas a través de grandes parques. En ciudades, las calles y espacios peatonales en los que estén permitida la circulación de bicicletas no pueden considerarse vías reservadas (a bicicletas) puesto que prevalece en todo caso el derecho de los viandantes.
Vías segregadas:
Son aquellas que transcurren a lo largo de una ruta en la que también circulan vehículos de motor (carril-bici) o peatones (acera-bici) y que pretenden delimitar una porción específica del ancho de la vía para las bicicletas. Son muchos los estudios que muestran que las vías segregadas, a pesar de la percepción generalizada de seguridad que ofrecen, aumentan de hecho el peligro para los ciclistas en algunos cruces. Su construcción suele estar basada en la creencia de que aumentan el uso de la bicicleta; la Red para Ciclístas de la Ciudad de Buenos Aires, Sevilla,... y muchas ciudades españolas, se desarrolla bajo ese supuesto.
Vías integradas (Calles compartidas):
Son aquellas vías en las que los usuarios de bicicleta y los de vehículos de motor circulan por el mismo espacio, de acuerdo con las normas del tráfico comunes a todos los vehículos. Las vías integradas pueden recibir un tratamiento propio (señalización específica, calmado de tráfico, etc.) para facilitar la circulación de las bicicletas.La aplicación de vías integradas se pone en práctica cuando las calles no son sufucientemente anchas para la continuidad de un carril asignado para bicicletas, los ciclistas les es permitido usar legalmente las calles, pero acorde a un plan regulado en el que ambos puedan compartir la vías. Bajo esa lógica, los ciclistas sólo podrían circular por algunas calles, en las que los autos tendrían que viajar a una velocidad prudente, en este caso los ciclistas deben cumplir con los mismos derechos y responsabilidades que los conductores de vehículos y motocicletas. Para que un sistema donde autos y ciclistas anden por las calles funcione, es necesario que éstos transiten a velocidades menores a los 30 km/h. (~ 19 mph), asi como zonas urbanas concebidas antes de los 1950 cuya dependencia del automóvil fue menor.
Un concepto similar, originario de Holanda y Alemania, y tal vez en menor medida, Dinamarca fue desarrollado en la década de 1970 y es muy implementada en zonas históricas y ciudades compactas, la mayor parte de las calles céntricas de Ámsterdam, por ejemplo, son vías integradas por las que bicicletas, coches asi como peatones circulan compartiendo el espacio, gracias a un diseño urbano que impide la velocidad excesiva de los vehículos a motor.
Senderos para bicicletas:
Los senderos para bicicletas (bike trails en inglés) están completamente separados de las calles. Estos caminos que siguen sus propias rutas dentro de las ciudades, o con mayor frecuencia en las zonas rurales, se crearon a partir de rutas, carriles y caminos de arrastre de canales abandonados. La mayoría tienen fines recreativos, aunque en algunos países, como los Países Bajos y Gran Bretaña, forman parte de una red de transporte que une ciudades. La mayoria de los senderos rurales son compartidos con peatones.
Estos caminos separados para las bicicletas comenzaron a crearse poco después de que se empezó a usar la bicicleta. Antes de fines del siglo XIX, se habían construido ejemplos de sendas para bicicletas en los Países Bajos, Alemania y en Brooklyn, Nueva York.
Ciclovías recreativas:
Las ciclovías recreativas o «calles abiertas» (Open Streets) es un movimiento internacional por la cual las calles son libres de vehículos motorizados que permiten, durante varias horas del día, principalmente los domingos y días festivos, el paseo gratuito y seguro en bicicleta, a pie o en patines, de miles de personas.Concepto originario de Bogotá Colombia a principios de 1980, las ciclovías recreativas ya suman miles de kilómetros en todo el mundo de calles abiertas a personas y familias que piden más espacios de recreación. Todas estas actividades se caracterizan por ser gratuitas, estar destinadas a personas de todas las edades y condiciones, no solicitar inscripción y otorgar beneficios a la salud, al medio ambiente y a la promoción del encuentro ciudadano
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